San Juan Puerto Rico
Disfrutando de un pícnic y volando cometas en un día soleado en El Morro
Arquitectura de estilo español en la catedral del centro histórico
Practicando kitesurf en las brillantes aguas azules de Ocean Park
Vista del Santa María Magdalena de Pazzis Cemetery desde El Morro
Casas de colores alegres sobre el puerto
Vista aérea de El Morro, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco
Un romántico paseo por las calles de la antigua ciudad
Admirando la vista desde la piscina infinita del hotel Blue Horizon en Vieques
- Aeropuertos principales:
- Luis Muñoz Marín/San Juan (SJU)
- Estados:
- Puerto Rico
Una capital histórica del Caribe que palpita con una energía moderna
Comprender el pasado
No se puede visitar San Juan sin pasear por las calles adoquinadas del Viejo San Juan, una ciudad amurallada dentro de una ciudad cuyos siete bloques cuadrados albergan más de 400 edificios restaurados de los siglos XVI y XVII. Visita el Castillo El Morro y La Fortaleza, la Catedral de San Juan (donde descansa Juan Ponce de León) y el Paseo de la Princesa, un paseo lleno de estatuas, fuentes y vendedores callejeros. Habla con los artistas locales y compra sus productos. Visita cualquier bar, restaurante o museo y te sorprenderás. Aquí tienes que pasar, al menos, un día completo.
Más allá del casco antiguo
Esta ciudad de casi 400 000 habitantes es una colección de barrios únicos. Las zonas de la costa de Condado, Isla Verde y Ocean Park son los destinos turísticos más populares, donde te encontrarás con playas maravillosas, elegantes hoteles y posadas, restaurantes de moda, discotecas y tiendas de diseño. El barrio de Santurce es un moderno paraíso con una próspera escena artística, y en el distrito financiero de Hato Rey se encuentra el parque Luis Muñoz Marín y la Plaza Las Américas, el centro comercial más grande del Caribe.
Aventura en Vieques
Sleepy Vieques es una escapada de fin de semana muy popular en San Juan. El turismo de masas aún no ha llegado a esta isla frente a la costa este de Puerto Rico, donde los caballos salvajes corren con total libertad y no hay semáforos. Durante el día, los visitantes acuden a las playas casi desiertas o se lanzan directo al agua para practicar buceo con esnórquel, natación, salto, hacer paseos en kayak y excursiones de pesca. En las noches de poca luna, puedes pasear en kayak por la Bioluminescent Bay, donde el agua brilla con el resplandor de mil millones de minúsculos dinoflagelados. No olvides reservar algunas horas para visitar las extravagantes tiendas y los discretos bares de las dos pequeñas ciudades, Isabel II y Esperanza.
Dato curioso
